Los libros que nos recomiendan los escritores. Todos los jueves en Cualquiera.

23 de noviembre de 2010

Por Gabriela Halac

La casa de los Conejos, de Laura Alcoba

“La Casa de los Conejos” es una ficción. “Todo comenzó cuando mi madre me dijo: Ahora, ¿ves?, nosotros también tendremos una casa con tejas rojas y un jardín. Como querías”. La promesa de darle a la protagonista del libro la casa de sus sueños también es una ficción. Detrás de las jaulas se encuentra la imprenta montonera, lugar en donde Laura Alcoba vivió con su madre antes de exiliarse a Francia. Este libro me hizo preguntarme ¿Cuáles son los límites de la política en la vida de un niño? La mesa llena de armas, hace complicado hacer un lugar para tomar la merienda; la madre con el pelo teñido de rojo para dejar de parecerse a la foto que tienen sus perseguidores, ya no es la misma;  un juego  que se convierte en  una forma de constatar que nadie los siga, ¿es un juego? No hay márgenes para el error, y por lo tanto, no hay lugar para el juego. Todo es demasiado serio, y la niña lo sabe. Este libro, reconstruye la historia de  la última dictadura militar argentina, pero lo diferente, lo conmovedor, lo que produce el corrimiento, es que el relato sucede a través de la voz de una niña, la voz  que la historia normalmente olvida,  reduce a la nada, o transforma en una ausencia. Cuando una historia se cuenta los niños ya son adultos o están perdidos. Pero en la historia de “La casa de los conejos” no hay otra historia que la infancia. El cruce  entre violencia política e infancia se vuelve el motor de una tensión permanente que se agrava cuando el lector sabe más que la protagonista. Aparece entonces la posibilidad de revelar esa historia subterránea, los sentidos escondidos en los pliegues de la infancia que quizás son la razón por la que  Laura Alcoba necesita reconstruir con minuciosidad. “La Casa de Los Conejos” es como una muñeca rusa: la infancia vivida dentro de una familia dentro de la militancia montonera, dentro de un país. Las piezas no necesariamente están una adentro de la otra, pero construyen un universo demasiado complejo que se vuelve familiarmente extraño cuando el que cuenta, es la pieza más pequeña y por lo tanto más vulnerable en la lógica de ese universo. El relato transita la experiencia sin artificios, sin giros literarios, en busca  por la claridad y la densidad que puede revelar cada dato.  Cada detalle es tan importante como el suceso político, porque quizás sea n ellos los que revivan la fluidez de ese tiempo. 

18 de noviembre de 2010

Los recomendados de Luciano Lamberti

Luciano Lamberti, autor de "El asesino de chanchos" (2010) recomendó los siguientes libros:

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Carrie, de Stephen King
Carrie es la primera novela publicada del escritor estadounidense Stephen King, publicada en 1974. Es uno de los libros más censurados en las escuelas de EE.UU. y la película incluso estuvo prohibida en Finlandia. La mayoría del libro está escrito con una estructura epistolar en forma de recortes de noticias, cartas, extractos de libros, etc.
Sinopsis: El escalofriante caso de una joven de apariencia insignificante que se transformó en un ser de poderes anormales, sembrando el terror en la ciudad. Con pulso mágico para mantener la tensión a lo largo de todo el libro, Stephen King narra la atormentada adolescencia de Carrie, y nos envuelve en una atmósfera sobrecogedora cuando la muchacha realiza una serie de descubrimientos hasta llegar al terrible momento de la venganza. Esta novela fue llevada al cine con un inmenso éxito de público y crítica.


Los peligros de fumar en la cama, de Mariana Enriquez.
Mariana Enriquez nació en Buenos Aires, es Licenciada en Periodismo y Comunicación Social por la Universidad de La Plata, subeditora de Radar y colaboradora de Rolling Stone, La mano y La mujer de mi vida, entre otras revistas. Ha publicado las novelas Bajar es lo peor (1995) y Cómo desaparecer completamente (2004). Los peligros de fumar en la cama fue publicado en el 2009.
Los peligros de fumar en la cama (Emecé) es un libro de cuentos donde lo siniestro es el denominador común. Doce cuentos que exploran la relación con el terror real. “El universo de Enríquez –definió Oliverio Coelho– se distingue por su excentricidad y su precisión aterradora”.


Blog de Lamberti: http://viviendoenacapulco.blogspot.com/ 

9 de noviembre de 2010

Por Pablo Natale

Edwin Mullhouse, de Steven Millhauser 

Millhauser (a quien algunos llaman “el ilusionista”) se propone en esta obra contar la biografía de un escritor precoz, un niño que empieza su obra apenas ha nacido y que muere al cumplir 11 años. Al problema bastante grande de narrar la vida de un escritor que muere en la niñez (lo que hace imposible relatar los momentos de consagración, los romances adolescentes, los viajes, las inseguridades, la relación compleja con la tradición y el mercado) Millhauser suma otro: el relato está contado desde la perspectiva de un niño. Un “niño biógrafo”, nada menos que uno de los pocos amigos del niño escritor. Lo que encontramos en esta novela de Millhauser es, entonces, la biografía imposible de un niño inverosímil contada desde la biografía imposible de otro niño inverosímil. El resultado es ridículo, provocador, divertido y mucho más. En una escena el niño escritor conoce a su “amigo malo de la infancia” (quien le lanza una pedrada directo a la cabeza a una maestra de grado) en otra el niño biógrafo es descubierto entre unos arbustos esperando a que el niño escritor haga algo que valga la pena poner en una biografía. En otra escena, los dos niños deciden la muerte del que escribe, porque no hay biografía sin un artista muerto, se dicen. Lo que parecía un juego de espejos se va convirtiendo, como suele suceder en la narrativa de Millhauser, en un truco de magia que queremos contemplar una y otra vez. Porque no importa lo que existe, sino quienes lo ven. 

tetrabrik.blogspot.com, el blog de Luis Chaves 

Coordenadas: Luis Chaves. Escritor costarricense. Ha vivido en Argentina un par de años. Publicó “Anotaciones para una cumbia” (Eloisa Cartonera), escribió un prólogo ultra-contundente para “Tuca” de Casas y publicó varios libros de poesía, libros que no son fáciles de conseguir. Por suerte, tenemos su blog. Allí pueden leerse ensayos, crónicas futbolísticas, podemos ver videos donde nos comenta cómo es que escribe o porqué escribe o desde cuándo escribe, y podemos leer, además, preciosos poemas: uno de una mujer que piensa en un ser querido que se encuentra lejos, y mira la tele, y mira la casa y nos dice que hay un perro nuevo que la sigue a todas partes, y ese perro no tiene nombre y tampoco (lo sabremos luego) puede desaparecer. O también otro poema, uno de una mudanza que parece no comenzar o no terminar nunca, donde parecería que ningún lugar es definitivo, salvo uno: el estacionamiento donde un auto gira en círculos, hasta que se detiene y leemos: “el cerebro: masa de plastilina / el corazón: dos puertas que sólo saben cerrarse”. 


Natale recomienda, además, Chrono Cross, para la Play Station 1...